Las reparaciones locativas en contratos de arriendo son una de las dudas más comunes entre propietarios e inquilinos en Chile. En otras palabras, son las reparaciones menores que resultan del desgaste natural que ocurre mientras un arrendatario vive o trabaja en el lugar arrendado.
Ejemplos comunes:
Cambio de ampolletas.
Reparación de enchufes dañados por uso.
Mantención de grifería.
Pintura interior si hubo deterioro por uso normal.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (Ley 18.101) establece que el arrendatario debe hacerse cargo de las reparaciones menores (locativas), mientras que el arrendador debe mantener la propiedad en condiciones habitables.
En resumen:
Arrendatario: responde por el uso cotidiano.
Propietario: responde por problemas estructurales, eléctricos generales, filtraciones mayores, etc.
Todo contrato de arriendo bien hecho debe definir claramente qué tipo de reparaciones le corresponde a cada parte. Dejar esto por escrito evita conflictos futuros.
Tip Fauna: En Fauna Propiedades trabajamos con contratos detallados que incluyen cláusulas específicas sobre reparaciones, inspecciones periódicas y criterios de devolución de garantía.
Si el daño no proviene del uso normal, como por ejemplo romper un ventanal o quemar un mesón, el arrendatario debe responder. En estos casos, se suele descontar del monto de garantía o gestionar una reparación directa.
Haz una inspección documentada al momento de entregar la propiedad.
Firma un contrato claro y detallado.
Usa fotografías como respaldo.
Realiza mantenciones periódicas si eres dueño.
Las reparaciones locativas son un tema frecuente en el arriendo de propiedades, pero con un contrato claro y buena comunicación, pueden evitarse muchos dolores de cabeza.
Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.